martes, 16 de diciembre de 2008

Primeras palabras

Hace poco descubrí que necesitaba hablar sin esperar nada a cambio. Un poema de José Ángel Valente me hizo estremecerme mientras iba en el metro, en el trayecto entre dos estaciones sin importancia.

El hombre pequeñito

El hombre pequeñito
saludó al muy solemne,
sacó una servilleta
y dibujó un gran mapa
de su pequeña patria.
Puso en ella
barquitos de papel, colores, árboles,
unos peces azules
nadando en la mañana
y hasta un pájaro pinto.

El muy solemne extrajo
del profundo chaleco
dos soldados de plomo.
El pequeñito
recogió con cuidado
de no perder migaja
su patria servilleta
y se fue como vino.

El vencedor pestañeó perplejo
con sus sólidos párpados de palo.

(Extraído de De Breve son (1953-1968)

No hay comentarios:

Publicar un comentario